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La lisina es de vital importancia para muchas funciones del organismo y para prevenir problemas de salud debemos asegurarnos una correcta ingesta de esta sustancia. Por este motivo, es uno de los aminoácidos presentes en la mayoría de suplementos nutricionales para atletas y veganos, puesto que estas categorías son las que más necesitan o tienen más riesgos de sufrir déficit de lisina. No obstante, debido a su papel esencial en el organismo, la lisina es un elemento que nos interesa a todos, a todas las edades.

En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre este aminoácido, sus propiedades, beneficios, contraindicaciones y cómo garantizar el aporte de lisina óptimo en el día a día.

¿Qué es la lisina?

La lisina o L-lisina es un aminoácido considerado esencial, es decir, es indispensable para nuestro organismo, pero no podemos producir esta sustancia. Dicho de otra forma, necesitamos ingerir alimentos o suplementos que lo contengan para obtener esta sustancia.

En realidad, no solo el ser humano, sino que también el resto de los animales tampoco son capaces de sintetizar este aminoácido y deben obtenerlo a través de los alimentos.

Ahora bien, ¿por qué es tan importante la lisina para el ser humano?

¿Para qué sirve la lisina?

La lisina es uno de los 9 aminoácidos esenciales para el ser humano. Es un antioxidante y uno de los materiales necesarios para la síntesis de proteínas.

Desde el punto de vista funcional desempeña muchos papeles entre los cuales destacan su participación en:

  • El crecimiento.
  • Síntesis de hormonas, anticuerpos y enzimas.
  • Reparación de los tejidos.
  • Producción de la L-carnitina, un aminoácido clave para la transformación de las grasas en energía y la regulación de los niveles de colesterol.
  • Estimulación del sistema inmunológico.
  • Absorción de otros nutrientes como el calcio.
  • Formación de colágeno, cartílago, huesos y otros tejidos.

Unos niveles adecuados de lisina en el organismo favorecen el correcto funcionamiento y ayudan a prevenir desequilibrios y enfermedades que pueden aparecer por un déficit de este aminoácido.

En la infancia, por ejemplo, una dieta pobre en lisina puede afectar al crecimiento. Por este motivo, una vez llevadas a cabo todas las pruebas necesarias, el tratamiento podría incluir ajustes en la dieta y la suplementación con Lisina.